miércoles, 2 de diciembre de 2009

¡EMPIEZA A DUDAR! ¿ACASO ESTAS SEGURO DE TU EXISTENCIA? COGITO ERCOSUM (R. DESCARTES)




Renato Descartes (1596-1650)
DESCARTES
Soy el único hombre en la tierra y acaso no
hay tierra ni hombre.
Acaso un dios me engaña.
Acaso un dios me ha condenado al tiempo,
esa larga ilusión.
Sueño la luna y sueño mis ojos que perciben
la luna.
He soñado la tarde y la mañana del primer
dia.
He soñado a Cartago y a las legiones que
desolaron cartago.
He soñado a Lucano.
He soñado la colina del Gólgota y las cruces
de Roma.
He soñado la geometría.
He soñado el punto, la línea, el plano y el
volúmen.
He soñado el amarillo, el azul y el rojo.
He soñado mi enfermiza niñez.
He soñado los mapas y los reinos y aquel duelo del alba.
He soñado el incocebible dolor.
He soñado mi espada.
He soñado a Elizabeth de Bohemia.
He soñado la duda y la certidumbre.
He soñado el día de ayer.
Quizá no tuve ayer, quizá no he nacido.
Acaso sueño haber soñado.
Siento un poco de frío, un poco de miedo.
Sobre el Danubio está la noche.
Seguiré soñado a Descartes y a la fé de sus
padres.

"La facultad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso, que es propiametne lo que llamamos "buen sentido" o "razón", es por naturaleza igual en todos los hombres; por lo tanto, la diversidad de nuestras opiniones no procede de que unos sean más racionales que otros, sino tan solo de que dirigimos nuestros pensamientos por caminos distintos, y no consideramos las mismas cosas. No basta ciertamente, tener un buen entendimiento: lo principial es aplicarlo bien" El discurso del método, Descartes
Descartes fue notable no solo como filósofo sino también como científico, baseta recordar algunos de sus aportes tales como la geometría analítica, la rey de refracción de la luz, etc.
Desde su interés filosófico, es necesario caracterizar su radicalismo, rasgo singular de su pensamiento. En efecto, Descartes avanza hacia las "raices" o las causas profundas, en la búsqueda de los fundamentos últimos. La filosofía cartesiana puede ser valorada como un tenaz esfuerzo por alcanzar los principios básicos de las cosas.
El contexto histórico de Descartes, es de una basta pluralidad y diversidad de sistemas filosóficos en tanto que observa que pese al empeño de tantos filósofos a lo largo de la historia, ninguno de los problemas plateados por la filosofía parecía tener una solución genuina. Y concretamente, esto es lo que Descartes hallaba molesto: predomina lo dudoso, lo simplemete verosímil. En su opinión, el conocimiento ha de ser absolutamente seguro o ha de ser abandonado por insuficiente. Descartes percibe con una lucidez notable el fracaso de casi veinte siglos de esfuerzo filosófico y se propone a dar término a tal estado de las cosas fundando el saber sobre bases en cuya firmeza no haya espacio para la duda.
El punto de partida es pues, una actitud de duda y desconfianza frente a todos los sistemas filosóficos precedentes, lo cual implica el esfuerzo de comenzar totalmente de nuevo. Ortega dirá que Descartes es, en este sentido el primer hombre moderno, y como hombre nuevo que se dispone a filosofar comenzará a hacerlo como si nadie antes lo hubiese hecho.
En efecto, el problema del conocimiento se convierte en el problema fundamental de la filosofía de la modernidad:
"La filosofía de los nuevos tiempos (...) tiene como principio, de un modo general, el espíritu presente ante sí msimo; se enfrenta al punto de vista de la Edad Media, que era el de la diversidad de lo pensado y del Universo existente y trabajo por la disolución de ese punto de vista. Su interés fundamental no estriba, por consiguiente, en pensar los objetos en su verdad, si no en pensar el pensamniento y la comprensión de los objetos (...) El pensamiento conquisa así su independencia" Lecciones sobre historia de la filosofía, Hegel
La tesis racionalista de la identidad entre razón y realidad, le permitirá a Descartes elaborar una metafísica de altos vuelos, basada en el concepto de substancia. "Substancia" es la la primera idea "innata" de la que odo derivará tras un estricto proceso deductivo. Los racionalistas son metafísicos comparables al nivel de Aristóteles que solo será alcanzados, más tarde, por la filosofía de Hegel en el siglo XIX.

La duda metódica
"Hace mucho tiempo que me he dado cuenta de que, desde mi niñez, he admitido como verdaderas una proción de opiniones falsas, y que todo lo que después he ido edificando sobre tan endebles principios no puede ser sino muy dudoso e incierto; desde entonces he juzgado que era preciso seriamente acometer, una vez en mi vida, la empresa desehacerme de todas las opiniones a que había dado crédito, y empezar de nuevo, desde los fundamentos, si quería establecer algo fimemente constante en las ciencias" Meditaciones Metafísicas, Descartes
Esta actitud crítica frente al pasado, no significa que Descartes se olvide completamente de él y se dedique simplemente al uso de sus propias facultades. Por el contrario, la historia de la filosofía encierra al menos una enseñanza implícita en sus fracasos, la que dice que debemos evitar el error siendo críticos de nosotros mismos y no solo de lo anterior. En este sentido, el radicalismo cartesiano se manifiesta principalmente como una genuina preocupación por eitar el error. Sin embargo, ello no lleva a la construcción de una mera teoría del error tal como fuera el trabajo que llevara a cabo Bacon, sino algo más profundo: a la duda metódica.
La duda metódica no es una simple duda como ejercicio, tampoco debe relacionarse con la duda estéril del escéptico sistemático. Lo que Descartes pretende es convertir la duda en un método.
Revisando el pasado, Descartes no se conforma con conocimientos más o menos probables o que parezcan ciertos en alguna medida. Para evitar errores o incertidumbres, el radicalismo pretende alcanzar un saber absolutamente cierto cuya verdad sea tan firme que esté más alla de toda duda.

Forzar la duda hasta sus mismos límites
En aparente paradoja, Descartes parte de la duda y emprende el camino de la duda porque lo considera el camino más seguro de econtrar algo absolutamente seguro si es que lo hay.
El método cartesiano consiste inicialmente en empelar la duda para ver si hay algo capaz de resistirla, de modo tal que algo sea absolutamente cierto. La duda es pues, metódica, porque se la emplea como insturmento para llegar a la verdad y no al modo de los escépticos, esto es, para quedarse en ella.
En segundo lugar, la duda es universal porque se aplicará a todo sin excepción y nada deberá excluirse de ella. Y finalmente es hiperbólica porque será llevada hasta su último y exagerado extremo.

Crítica al saber sensible
Las ilusiones de los sentidos
Los sentidos a menudo nos conducen a error, y es prudente no confiar en aquellos que alguna vez nos han engañado. Efectivamente, si alguien falta a su palabra alguna vez, sería necio confiarse de su promesa en el futuro: la única actitud prudente es descofiar de su palabra. Del mismo modo, si nuestros sentidos nos han demostrado tantas veces que no son fiables, ¿por qué habríamos de creer en la información que ellos nos suministran?
En consecuencia, las "cosas sensibles" son dudosas, por lo que no podemos saber si los sentidos nos engañan o no. Al menos, es posible afirmar que no es seguro que no nos engañen por lo tanto, según el plan de la "duda metódica" de dar por falso todo lo dudoso, el saber de los sentido debe ser rechazado.

Los sueños
Si bien los sentidos pueden engañarnos frecuentemente hay muchas cosas de las que no sería razonable dudar, dice Descartes: "por ejemplo, que estoy aquí, sentado junto al fuego, vestido con una bata, teniendo un pastel en las manos, y otras cosas por el estilo" Meditaciones Metafísicas, Descartes.
Dudar de este tipo cosas, sería algo cercano a la locura, por lo tanto se descarta. Pero luego agrega que en sueños alguna vez, ha imaginado situaciones que parcen tan reales como la realidad misma sin que hubiera indicio alguno para discernir entre el sueño y la vigilia. Para Descartes, este punto resulta decisivo para concluir respecto a que todo conocimiento sensible debe considerarse dudoso.

Crítica al saber racional
1. Los errores de los hombes al razonar
Descartes dirá que hay hombres que se equivocan al razonar, aun a cerca de los más simples asuntos de geometría (paralogismos).
Esto significa que hasta en la matemática (la más racional de las ciencias) habría posibilidad de equivocarse incluso en operaciones sencillas. Por lo tanto, cabe la posibilidad, aunque sea pequeña, de que todos los argumentos racionales sean falaces y de que todo conocimiento racional sea falso.

2. Principios intuitivos y el genio maligno
Lo dicho anteriormente es insufienciente puesto que aún considerándolo válido, vale decir a los "procesos" relativamente complejos de nuestro pensamiento (procesos discursivos).
Sin embargo, los procesoso discursivos se apoyan en ciertos "principios" tales como: "todo objeto es idéntico a sí mismo" o "el todo es mayor que la parte". Estos "principios" son conocidos intuitivamente, sin que exista un proceso racional interviniente en nuestro pensamiento. Descartes considera que tiene sentido entonces dudar de estos principios...
Este argumento resulta de difícil aplicación, por ello es que Descartes introduce la famosa hipótesis del genio maligno:
"Supondré (...) que cierto genio del espírtu maligno, no menos astuto y burlador que poderoso, ha puesto su industria toda en engañarme" Descartes
Aunque es poco probable, tal vez Descartes, pensara realmente que una suerte de genio o dios poderoso y perverso nos haya creado de manera tal que estuviesemos siempre predispuestos al error, haciéndonos creer que 1+1=2, cuando esto no fuera, en realidad, cierto.
Este argumento es claramente hiperbólico, sería incorrecto sostener, en efecto, que Descartes afirmara la existencia del "genio maligno", lo que intenta puntualizar, es que no tenemos ningún argumento contundente para afirmar su no-existencia, su existencia es una posibilidad por más remota o descabellada que ésta parezca y representa el punto máximo de la duda, el último extremo al cual una duda puede llegar.

Cogito, ergo sum (pienso, luego soy)

"pero advertí luego que, queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad "yo pienso, luego soy" era tan firme y segura que las más extravagentes suposiciones de los excépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla sin escrúpulos como el principio de la filosofía que andaba buscando" Discurso del Método, Descartes
En efecto, aunque pudiese suponerse aún que el "genio maligno" existira y jerciera su malefico poder sobre la capacidad de pensar, uno mismo debería exisitir puesto que de lo contrario no se podría siquiera ser engañado por otro. Dirá Descartes que:
"No cabe, pues, duda alguna de que yo soy, puesto que me engaña y, por mu cho que me engañe, nunca conseguirá hacer que yo sea nada, mientras yo esté pensando que soy algo. De suerte que, habiéndolo pensado bien y habiendo examinado cuidadosamente todo, hay que concluir por último y tener por constante que la proposición siguiente: "yo soy, luego existo", es necesariamente verdadera mientras que la estoy pronunciando o concibiendo en mi espíritu. Meditaciones Metafísicas, Descartes

El modo en que Descartes enuncia su principio, pienso, luego soy podría sugerir que se trata de un conocimiento discursivo o de un silogismo abreviado (entinema), cuya fórmula completa sería:
Todos los entes que piensan, son,
yo pienso,
entonces yo soy.
Sin embargo, esto sería una interpretación equivocada puesto que el mismo Descartes realiza una advertencia al respecto: para que se tratase de un silogismo, sería necesario que la premisa mayor: "todos los entes que piensan, son", supone que existen otros entes distintos de mí, cosas que, siguiendo rigurosamente el criterio de la "duda metódica" no sabemos hasta el momento.
El cogito es un conocimiento intuitivo, lo que significa que se lo conoce de inmediato, directo y no como deducción de una premisa mayor.

Subjetivismo
Es notable que Descartes no diga,: Dudo, luego... sino: "pienso, luego...", en efecto, para éste filósofo, el pensamiento es todo aquello que ocurre dentro de nosotros: negar, afirmar, dudar, comprender, querer, imaginar, etc. El pensamiento es pues, todo acto conciente del espíritu. Ello supone una clara posición subjetivista dado que la evidencia se da solamente en el interior del sujeto. Nótese pues que lo que es evidente es, ante todo, el acto mismo de pensar, la existencia del pensamiento... enton ces lo pensado en la idea (el objeto del pensamiento) ya no es inmediatamente evidente.
Es probable que el significado del "cogito" sea que al partir Descartes de su propia interioridad y de los pensamientos que descubre en él mismo llega a la existencia. Su concepción del YO es el de un pensamiento que existe. Se eleva asi un puente entre el pensamiento puro, encerrado en sí mismo y la realidad del mundo de las existencias.

La substancia
Cuando concebimos la substancia, concebimos solamente una cosa que existe de tal manera que no tiene necesidad sino de sí misma para existir Principios, Descartes
Sustancia y cosa (res) son tomadas como sinónimos de manera tal que la substancia es lo que existe concretamente. Al respecto, Descartes adopta una definición axiomática, esto es, no se demuestran los principios.
A la definición de substancia, se seguirá que solo Dios es substancia en tanto que las criaturas lo necesitan para existir. Al respecto, discrimina entre dos clases de substancias:
1. Dios o la substancia infinita: por definición.
2.Almas y cuerpos o substancias finitas excepto a Dios, no necesitan nada más para existir. Una substancia finita no necesita de otra substancia para existir: por ejemplo, el alma no encesita al cuerpo.
Descartes agregará que a cada substancia le correponde un atributo que constituye su escencia (y se identifica con ella). Ej: alma, pensamiento; el cuerpo, extensión.
Las diversas formas en las que se dispone la substancia son modos. Ej: el cuerpo, substancia; tiene una extensión, atributo; que tiene una figura determinada, modo.

Dualismo
Aunque el pensamiento de Descartes es fluctuante en este punto (en ocasiones dirá qque hay una unión entre cuerpo y alma) lo que se deduce de su esquema conceptual es que si el alma y el cuerpo son substancias, éstas no se necesitan mutuamente para existir:
Este yo, es decir, el alma por la cual soy lo que soy, es enteramente distinta al cuerpo y hasta más fácil de conocer que él Discurso, Descartes

jueves, 8 de octubre de 2009